viernes, 24 de septiembre de 2010

EFEMERIDES

Françoise Sagan, escritora francesa, nació el 21 de junio de 1935 en Cajarc, y murió el 24 de septiembre de 2004 en el Hospital de Honfleur (Calvados) de una embolia pulmonar. Su verdadero nombre era Françoise Quoirez.
A menudo considerada como integrante de la Nouvelle Vague pues también dirigió varias películas.

Françoise Sagan, hija de empresarios acomodados, había publicado su primera novela Buenos días, tristeza (Bonjour tristesse) en 1954, a los 18 años y bajo un seudónimo extraído del libro “ Remembrance of Things Past" de Marcel Proust. La obra fue llevada al cine por el director Otto Preminger.
Sus temas favoritos: la vida fácil, los coches rápidos, las residencias burguesas, el sol, una mezcla de cinismo, de sensualidad, de indiferencia y de ociosidad.

Consumía drogas y alcohol sin moderación, en febrero de 1995, había sido condenada a un año de prisión con indulto y una pena de multa por consumo de cocaína y alcohol.
En febrero de 2002, un fraude fiscal al margen del Affaire Elf le valió una pena de un año de prisión con indulto.

En 1957 sufre un grave accidente al volante de su Aston Martin que le provoca un severo trauma cerebral.
En octubre de 1985, durante un viaje a Colombia con el presidente François Mitterrand padece un serio incidente respiratorio.
Su primer marido fue el editor francés Guy Schoeller, veinte años mayor que ella, del que se divorció alegando incompatibilidad de horarios.
El artista norteamericano Robert Westhoff fue el segundo, con él que tuvo un hijo, Denis. Se divorciaron en 1963.
Conocida por sus aforismos culinarios acerca de la vida y el amor, llegó a decir:
¿Matrimonio? Es como un espárrago preparado con vinagreta o salsa holandesa, un asunto de sabor pero sin importancia.
EN LA BIBLIOTECA
Buenos dias tristeza
Cecilia, una jovencita de diecisiete años, está dispuesta a cualquier cosa para no perder la dolce vita que lleva junto a su padre, Raimundo.
"Dudo en aplicar el nombre bello y grave de tristeza, a este sentimiento desconocido cuya suavidad y fastidio me tienen obsesionada. Es un sentimiento tan completo y tan egoísta que llega a darme vergüenza, mientras que la tristeza me ha parecido siempre honrosa. Conocía el fastidio, la pesadumbre y hasta el remordimiento. La tristeza, no. Ahora siento algo que me envuelve, como una seda enervante, que me separa de los demás "
Obra imprescindible, realmente maravillosa

No hay comentarios:

Publicar un comentario